Elegir la gramínea forrajera ideal es una de las decisiones más importantes dentro de cualquier sistema ganadero. La selección correcta del pasto influye directamente en la productividad, la longevidad de las pasturas, el desempeño de los animales y la estabilidad del sistema a largo plazo.

En la Nota Técnica Nº 28, Don Germano resume — con lenguaje simple y experiencia práctica — las cinco claves esenciales que todo técnico o productor debe evaluar al llegar a una propiedad para diagnosticar y definir la especie forrajera ideal.

Es un protocolo rápido, objetivo y extremadamente eficiente, que reduce errores y aumenta la probabilidad de acierto en la elección de la forrajera.

1. Evaluar el drenaje del suelo: el primer filtro

Lo primero que debe observarse es cómo se comporta el agua en el terreno.

Suelos bien drenados

Permiten el uso de una amplia variedad de forrajeras tropicales.

Suelos pesados, húmedos o con encharcamiento

Las opciones se reducen de forma considerable.
En estos casos, las humidícolas son prácticamente las únicas gramíneas tropicales capaces de ofrecer desempeño consistente y estabilidad.

Por qué es importante:
La forrajera solo expresa su potencial cuando está adaptada al régimen de humedad del suelo.

2. Analizar la topografía: ¿plana o inclinada?

La inclinación del terreno cambia completamente la estrategia de elección.

Zonas inclinadas

Deben priorizarse gramíneas decumbentes, que cubren mejor el suelo y reducen la erosión.
Evitar las gramíneas que forman macollos, porque dejan áreas descubiertas.

Zonas planas

La mayoría de las especies tropicales funcionan adecuadamente.

Recordatorio de Don Germano

Nunca se debe sembrar una sola especie en toda la finca.
La diversificación de potreros reduce riesgos y mejora la dieta del ganado.

3. Considerar qué animales consumirán la pastura

Cada especie animal pasteja de forma distinta.

Bovinos

Consumen principalmente la parte superior de las plantas.
→ Recomendación: gramíneas altas, con meristemos alejados del suelo.

Equinos, ovinos y caprinos

Pastejan muy cerca del nivel del suelo.
→ Recomendación: gramíneas bajas, tolerantes a pastoreo intenso.

Elegir bien evita la degradación temprana y aumenta la longevidad del potrero.

4. Observar la vegetación natural del entorno

El ambiente entrega señales valiosas.

Las plantas nativas presentes en el potrero y sus alrededores son excelentes indicadores de:

• Drenaje

• Fertilidad

• Humedad

• Tipo de suelo

Interpretar estas señales ayuda a escoger la especie mejor adaptada a las condiciones locales.

5. Definir el tipo de explotación: intensiva o extensiva

Esta es una decisión estratégica crucial.

Sistema extensivo

Requiere gramíneas rústicas, resistentes y capaces de producir bajo bajo manejo y pocos insumos.

Sistema intensivo

Exige gramíneas de alto rendimiento, más exigentes, pero con gran respuesta productiva cuando son manejadas correctamente.

Don Germano lo resume claramente:
Aunque elegir la forrajera puede ser un tema complejo, estas cinco llaves forman un camino seguro, práctico y con alta probabilidad de éxito.